miércoles, 19 de noviembre de 2014

16 añitos, fiera.

Más años,
más daños,
más sueños
y más naufragios. 

Irse conociéndose a uno mismo no está tan mal 
conociendo, por ejemplo 
que odio llorar en público y mostrar mis sentimientos 
y en cambio lloro con cada película de amor,
que odio parecer débil 
cuando no hay una palabra que me defina mejor,
que odio el humo de los cigarros
y su olor 
y oler a él
pero la verdad es que cuando el humo era suyo hasta lo disfrutaba 
igual que nosotros disfrutábamos juntos
y nos disfrutábamos,
    igual que nosotros éramos. 

Ahora lo único que somos
o que queda
es dolor 
porque cariño,
dueles más que nunca 
y ya mi pecho izquierdo apenas lo soporta.

Por favor,
     vuelve,
ya sea para matarme o para quedarte para siempre,
porque contigo lo único que me sirve 
es doble
o nada.

Conocer que si tuviese que elegir 
te seguiría eligiendo a ti,
a pesar de todo el daño hecho
       y por hacer.

Te he pedido como deseo,
espero no haber desperdiciado otro más. 

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