Vuelves cuando quieres
y a la próxima ya no te voy a dejar,
porque cada vez que lo haces
me dejas aún más rota -si es que se puede-.
Estoy leyendo poemas de amor
mientras tú no me quieres,
jodidas alegorías.
Quizá cuando me quieras lea algo de Elvira
para evitar un poco la decepción que viene después de ti,
aunque dudo que me quede algo que no sepa sobre eso.
Le estoy buscando sentido a mi vida
sin ti
mientras llega el invierno,
jodidas alegorías.
Este invierno va a ser el más duro
y no precisamente por el frío
o por la ausencia de calor -que tú me dabas-
sino por ti.
Aunque puede que ya esté acostumbrada
porque la vida sin ti se convierte en un invierno interno constante
y el día a día se torna a imposible,
ya que la manera menos ridícula de desperdiciar una vida
es estando contigo.