sábado, 20 de diciembre de 2014

Ausentes

Desde que tú no estás cuento los días en suspiros,
observando cómo se esfuma cada soplo de aire 
sin alcanzar a rozar un mínimo de tus labios
-esos tan cálidos en invierno 
y dulces en verano-
para yo poder envidiarlo después.

Desde que tú no estás he empezado a naufragar en otro mar,
       el de tus ojos,
y cada vez se hace más profundo.
Pero joder,
hasta la primavera se rendiría ante ellos. 

Permíteme, por favor, 
volver a organizar el caos de mí que tienes por dentro,
volver a entrar en tu vida
para esta vez
     no salir, 
estar contigo, 
porque sonaría estúpido que estuviese con alguien más,
quedarme contigo
para intentar hacer primavera
de los restos de mi último naufragio
         en ti. 

La suerte que tuve de encontrarte
es la misma que ahora va en mi contra,
porque ya no me llevas como bandera,
como tu estrella de guía 
he dejado de ser tu mejor revolución 
y tampoco soy tu vuelo favorito. 
-jugar a querernos no estuvo tan mal,
hasta que fui el juguete roto.- 

Todos queremos volver a ser ese niño,
el que es feliz con un caramelo,
no tiene prejuicios 
y todo su firmamento está repleto del amor de sus padres,
donde las ilusiones permanecen ilesas
y el amor acaba en un 'y vivieron felices y comieron perdices'

Quizá lo que está mal sea que nos intenten vender el amor como algo posible
y luego nos hostiemos con él de narices,
sangrando repletos de heridas
y con una estaca en el corazón
habiéndonos abandonado ya nuestro único salvavidas. 
-esto no es vida,
     es tu ausencia-

Estoy cometiendo delitos contra las margaritas en tu nombre,
espero que no te importe. 
-y sigo esperándote de vuelta-



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